La mayor parte de las veces que viajamos procuramos informarnos previamente acerca del idioma, de los visados, de la moneda, de la climatología que nos vamos a encontrar e incluso de las comidas habituales en el sitio que visitamos. Es muy raro que nos preocupemos de las costumbres locales de aquella gente o de las tradiciones en la zona. También es cierto que normalmente no hay mucha información al respecto y que normalmente no dedicamos demasiado tiempo a preparar el viaje. En esas circunstancias es muy interesante un Museo Etnológico como el de Hanoi, ya que conocer algo de estas características te permite acercarte a la realidad del país. Es una visita obligada para comprender mejor lo que pasa en la zona que te encuentras. Además, estos sitios no suelen ser muy demandados por el turista, con lo que se pueden llevar a cabo las visitas sin apuros y con bastante comodidad.
En el museo se reproducen momentos de la vida cotidiana e interiores de viviendas, que se acompañan de imágenes y videos para ayudar a comprender las características específicas de los diferentes grupos étnicos. En la parte exterior del edificio se han construido edificios representativos de las distintas etnias del país. Llaman la atención las viviendas sobre pilotes de los Tai, la casa comunal Bahnar con 19 metros de altura, una tumba colectiva Giarai adornada de figuras y relieves de madera con explícito contenido sexual que simbolizan la fertilidad, una casa Ede de 42 metros de largo o una vivienda rural Viet.
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